Autoridades nacionales y departamentales acompañaron celebración por los 75 años del Hotel L’Auberge

El evento contó con la presencia destacada del intendente de Maldonado, Enrique Antía, quien formó parte de la jornada especial en la que se presentó un libro que narra la fascinante historia del hotel a lo largo de las décadas.

Este icónico edificio, situado en el barrio de San Rafael de Punta del Este, ha sido durante mucho tiempo un punto de referencia en la región. El alcalde de Punta del Este, Javier Carballal, expresó su alegría al acompañar la celebración y destacó la importancia del Hotel L’Auberge como un símbolo que ha marcado una época en la ciudad. Además, el alcalde resaltó el compromiso de la Intendencia de Maldonado y el Municipio de Punta del Este en preservar este edificio como un patrimonio cultural.

El director de Turismo de la IDM, Martín Laventure, subrayó la relevancia del hotel en la historia del balneario y cómo ha crecido junto a Punta del Este a lo largo de los años.

La vicepresidente de la República, Beatriz Argimón, elogió el emprendimiento familiar que ha resistido y prosperado en un momento “en que esta zona era prácticamente inhóspita”. Destacó la visión que transformó el entorno en el hermoso lugar que es hoy y resaltó la vasta trayectoria del Hotel L’Auberge.

Remo Monzeglio, subsecretario del Ministerio de Turismo, elogió su importancia como un lugar que contribuyó a mostrar al mundo este hermoso rincón de Uruguay. La presentación del libro “garantiza que las nuevas generaciones puedan apreciar el origen y la continuidad de este edificio histórico, emblemático y hermoso”, remarcó.

Ignacio Carrera, director ejecutivo del Hotel L’Auberge, adelantó los planes para el futuro del hotel, incluyendo actualizaciones en las habitaciones, espacios comunes, gastronomía y amenitis. Destacó que a pesar de estar acotado en materia edilicia, el hotel aún tiene espacio para crecer en el ámbito corporativo y en la organización de eventos.

El Hotel L’Auberge, construido en 1948, es un verdadero tesoro arquitectónico que transporta a sus visitantes a una época en la que la sofisticación europea era la norma en el diseño. Su arquitectura, con ladrillos rojos a la vista, techos a dos aguas con tejas francesas y detalles de madera y cerámica en el interior, sigue siendo un testimonio vivo de la elegancia de épocas pasadas. La celebración de sus 75 años es un tributo a su legado y a su importancia en la historia de Punta del Este.