Cómo evitar las quemaduras del sol
*Por la Dra. Paola Caro (MN 113.445), Directora médica de vittal
El verano trae aparejada una mayor exposición al sol dada las actividades al aire libre, la concurrencia a piletas, a la playa o a la montaña. Sin los debidos cuidados, la piel puede sufrir los efectos de los rayos del sol.
Si bien la luz solar es fundamental para el desarrollo de la vida en la Tierra, los rayos ultravioletas que traspasan la capa de ozono pueden provocar quemaduras de distinta intensidad, dañando la piel de manera transitoria o permanente. Además, la exposición inadecuada a la luz solar puede provocar cáncer de piel y el envejecimiento prematuro del órgano más extenso del cuerpo humano.
La quemadura solar se presenta cuando el grado de exposición al sol o a una fuente de luz ultravioleta excede la capacidad del pigmento protector del cuerpo, la melanina, para proteger la piel.
Es posible que los primeros signos de una quemadura solar no aparezcan durante unas cuantas horas. Debemos saber que el efecto total para la piel puede tardar en aparecer 24 horas o más.
Los posibles síntomas de una quemadura solar son piel roja y caliente al tacto; ampollas que aparecen de horas a días después, reacciones como alergia solar, incluso fiebre, escalofríos, náuseas o erupción cutánea, peladura de la piel en áreas quemadas por el sol varios días después de la quemadura solar. Cuando la piel empieza a ponerse dolorosa y roja, el daño está hecho y el dolor aumenta entre las 6 y 48 horas después de la exposición al sol.
Aunque los síntomas normalmente son temporales, el daño cutáneo con frecuencia es permanente y puede tener efectos serios a largo plazo, que incluyen cáncer de piel. Por lo general, esta enfermedad aparece en la adultez, pero es causado por la exposición al sol y quemaduras solares que empezaron temprano en la niñez. Es por ello que se puede ayudar a prevenir el cáncer de piel protegiendo la piel desde edades tempranas e incorporando el hábito del uso del protector solar desde la infancia.
En pieles claras, una quemadura solar puede ocurrir en menos de 15 minutos de exposición al sol del mediodía, en tanto que una persona con piel oscura puede tolerar la misma exposición por horas.
Algunas de las recomendaciones para un correcto cuidado del sol son no exponerse al sol entre las 10 y las 16 hs.; usar protector solar con un factor de protección solar de 45 o superior colocándolo por todo el cuerpo 30 minutos antes de exponerse al sol como mínimo, y volver a aplicar cada dos horas o luego de cada baño. No exponerse al sol innecesariamente, vestirse con ropa que ligera y fresca. También se debe tener en cuenta que la mejor forma de broncearse es haciéndolo durante períodos de tiempo de 15 minutos y que el reflejo del agua, la arena o la nieve pueden intensificar los efectos de los rayos solares.
Por otro lado, en caso de quemaduras solares se aconseja tomar una ducha fría o un baño o colocando pedazos de paño frío y húmedo sobre la quemadura. No utilizar productos que contengan benzocaína o lidocaína porque pueden causar alergias en algunas personas y empeorar la quemadura. Si se presentan ampollas, las compresas secas pueden ayudar a prevenir la infección.
En tanto, si la piel no presenta ampollas, se puede aplicar una crema humectante para aliviar la molestia. No usar mantequilla, vaselina, ni otros productos a base de aceite ya que pueden bloquear los poros y de esta manera el calor y el sudor no pueden escapar, lo cual puede provocar una infección. Usar ropa holgada y de algodón. Asimismo, los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno o paracetamol, ayudan a aliviar el dolor causado por la quemadura.
Teniendo en cuenta la importancia de adquirir hábitos saludables para la piel, disfrutar del aire libre y de las jornadas de verano es posible.