Es uruguaya, especialista en derecho espacial y habla sobre el proyecto para una base de lanzamiento de satélites en Rocha: “Hay que tomar los mayores recaudos posibles”

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20250609-
Roxana Corbran entró al salón y se sentó cerca de la puerta, como para huir rápido. Estudiaba Derecho en la Universidad de la República, y le tocaba ahora una materia de Sociales que aborrecía. Pero no pasó mucho tiempo para que se diera cuenta de que no se quería ir. Desde la parte frontal, el que hablaba era Álvaro Bauzá Araujo, que hablaba del derecho vivo, de las cosas en movimiento.

Se había equivocado de clase: estaba en el Salón de Derecho Aeronáutico y Espacial, ante el hombre que había sido reconocido entre los primeros del mundo en hablar de ese tema.

Aunque su nombre saltó a la esfera pública por haberse precandidateado a la Presidencia por el Partido Nacional —y hace diez años se había candidateado a la Intendencia de Canelones—, lo cierto es que desde hace 40 años que su vida la ha dedicado a otra cosa: al estudio legal del espacio, en una materia en la que no todos los países del mundo tienen especialidad. Tanto la describe su pasión por el espacio, que mientras su quijotada política no aparece en la conversación, cuenta como un hito en su vida el día que conoció a Buzz Aldrin, uno de los astronautas que viajó a la Luna, durante la Conferencia Espacial de las Américas, realizada en Punta del Este en 1996.

Hoy además de ser la docente que siguió a Bauzá Araujo, es la uruguaya que integra el comité Legal de la Comisión de las Naciones Unidas para la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, que recientemente se reunió en Viena.

Cómo está posicionado Uruguay en temas vinculados al espacio, qué puede aportar con respecto al debate por la chatarra espacial, el temor sobre los proyectos del magnate Elon Musk o incluso qué cabida tiene el puerto espacial que se propone hacer en el balneario La Esmeralda (Rocha) fueron solo algunos de los temas de los que habló Corbran en esta entrevista con El Observador.

Hablás de que los países necesitan especificidad en eso para asesorar sobre el espacio ultraterrestre, para saber en dónde se encuentran. ¿En qué situación se encuentra Uruguay?

Uruguay, para bien de todos nosotros, hace muchísimos años que tiene incorporado en su sistema jurídico los cinco tratados fundamentales que parten justamente del ámbito internacional. Los compromisos fundamentales Uruguay los tiene ratificados hace larga data.

¿Estamos preparados como para dar un salto?

A escala local, creo que no debe apurarse para llenarse tampoco de iniciativas, hay que ir con calma, porque todo lo que uno sube, hay que mirar bien cómo se instala, qué se hace, qué no se hace. Uruguay puede tener sus propios satélites, y también más en lo que tiene que ver con la investigación, hay jóvenes haciendo también proyectos, unos están armando un rover para Marte, desde lo educativo. Desde jóvenes que están tratando de armar sus startups. Después hay empresas extranjeras, alguna que ya está trabajando acá en zona franca. Y hay otra que está haciendo la propuesta del puerto espacial en Rocha, que yo creo que ahí hay que ser cuidadoso.

¿Por qué decís que hay que ser cuidadoso con una iniciativa de ese tipo?

Uno de los temas que se trató ahora en Viena en el Comité Legal es el tema de la gran cantidad de chatarra espacial. Todo va al espacio, todo lo que se saca para allá afuera, puede caer para abajo. Entonces hay una cantidad de temas donde no debería tomarse tan ligera. Hay que analizar. Y bueno, en el Comité Legal también se planteó el cuidado: cómo ver los registros, con la basura espacial, qué se hace con todo eso, son todas temáticas que uno debe tenerlas en cuenta y más en las zonas en donde pueden llegar a ser instalados. Entonces con el tema del puerto hay que tomar todos los recaudos, los mayores recaudos posibles, y más que nada por el tema ambiental, por dónde está ubicado.

Es un lugar súper verde. Es válida la preocupación de los vecinos. Hay que ver qué es lo que conviene.

¿Pero tendría algún beneficio tener un puerto espacial…?

La mano de obra puede llegar a dar, cuánto puede llegar a trabajarse, cuánta gente puede interesarse en ello. Entonces, por ese lado se habla de muchos beneficios. Pero volvemos justamente a nuestros tratados. Uruguay no está aislado en el mundo. Y nuestros tratados, ratificados por Uruguay, le dan la responsabilidad al Estado. Entonces, todo lo que uno haga en su país, el responsable es el estado uruguayo. Entonces son cuestiones que hay que tomarlas con cierta calma y organización.

¿Cuáles son los temas que están sobre la mesa hoy en el Copuos y que deberían importarle a Uruguay?

Fui por el ámbito iberoamericano, por el organismo consultivo que me designó. Se hizo hincapié en el registro de objetos, el artículo 4 y el 11 del tratado del espacio y el del convenio sobre responsabilidad del registro de objetos espaciales. El otro tema fue el de los desechos espaciales, que cada vez hay más. Imaginate, si vos vas dentro de un vehículo y te vuela algo y te pega, te hace flor de lío, imaginate cuando cae algo, el tamaño que tiene. Hemos tenido suerte, relativamente. Y estuvo el tema de la explotación, de quién era el que sacaba los recursos, por aquello de que el espacio es común de la humanidad, el beneficio es para todos. Hubo distintas interpretaciones, pero se recordó que el espacio es similar a la Antártida, un espacio democrático y para toda la humanidad. Porque no hay que olvidarse de la extracción que se puede hacer de los recursos minerales, porque el espacio tiene recursos, y ese es el otro gran interés. Puede haber desde la luna, en todos lados, por eso además también hay tanto interés en llegar. En las XIII jornadas de Derecho de Seguros de abril 2014 expuso sobre la problemática en torno a la explotación minera y los seguros propuse que la extracción de algunos minerales perfectamente podría hacerse en el espacio, y di el ejemplo que estaba en ese momento, de Planetary Resources, donde James Cameron era uno de sus impulsores junto con ejecutivos de Google. Luego se tomó otro rumbo, pero ya estaba planteado. Es el tema más álgido por decir de alguna manera, y después está el tema de cómo se haría esa distribución.

¿En qué punto estamos con respecto a los desechos espaciales?

La preocupación es por lo que puede caer y afectar a la Tierra. Y por todo, no solo lo de la Tierra sino también lo que queda en la órbita. Hay muchas cosas que llegan y que bajan bien, y hay otras que quedan orbitando, y además algunas tienen determinado tiempo y a veces dicen ‘bueno ya habría que sacarlo’. Todo eso al final forma parte de la atmósfera, superatmósfera, ¿viste? Todo eso va abarcando cada vez más.

¿Qué hacen? ¿Los destruyen? ¿Los bajan?

Una de las cosas que se vuelve a pensar es cómo se reutiliza, se recicla y demás.

¿Qué puede aportar tu representación desde Uruguay a un espacio que está siempre dominado por potencias mundiales, que parecería ser que van más adelante en estos temas?

Lo que podemos es contribuir a lo general, ir marcando posiciones en la discusión.

¿Hay espacio para proponer también en este ámbito?

En lo que es directamente en el COPUS los que tienen que participar son los estados, los observadores lo que hacen en distintas oportunidades es presentar propuestas y ofrecer capacitación. Pero fuera de este ámbito, el año pasado tuvimos una jornada donde, a través de Aladi, hicimos otro que se dedica más a los temas de turismo, y en ese momento se lo entregamos para el Ministerio del Transporte, que ahora pensamos entregarlo de vuelta a esta administración, para plantear convenios a nivel mundial. Ahora vamos a tener un coloquio rioplatense el 30 de junio y vamos a plantear otras propuestas, varias opciones de proyectos para tener una agencia espacial y demás, dando nuestro parecer de cómo podría ser útil para el país y que no le ocasione costos, porque con todo lo que el Uruguay necesita, uno tiene que pensar que les salga lo más barato posible. Estamos en condiciones mucho más terrenales. También por ese lado hay que ser conscientes, hay que buscar lo terrenal y lo útil para nosotros.

¿Y por dónde iría lo terrenal y lo útil para nosotros?

Tiene que ir más por la parte investigativa, la teleobservación, preocuparnos por la agricultura, la labor complementaria, que sirva para investigación.

Pero cuando decís eso, ¿implica que sería necesario poder tener nuestros satélites allá afuera o no necesariamente?

Sí, y también podríamos trabajar en conjunto, pero por supuesto que algunos tenemos que hacer, sí. Y América Latina también está bueno que se compenetre.

¿Cómo ves el tema de que lo espacial deje de ser un tema de los estados y pasen a tener protagonista los privados? ¿Son beneficios o son problemas el hecho de que los empresarios se metan en el espacio?

Soy muy pro privado y muy pro de que no gasten los estados. Pero el estado tiene que ejercer, porque ya está previsto así y hay cinco tratados internacionales, el de la Luna es el menos ratificado en el resto del mundo, por decir de alguna manera… Pero tiene que haber participación de los privados para que los estados no gasten tanto. Creo que el estado tiene que tener el control básico, lo que es seguridad, y ahí sí es donde ya hay que empezar a elaborar proyectos, porque tenemos la instalación, por ejemplo, vinculada al espacio ultraterrestre. Tenemos a la junta aeronáutica, tenemos algunas normas que son de datos así nacionales, y tenemos un decreto donde se establece el registro de objetos espaciales a través de sensores remotos y, a diferencia de otros países, como nosotros todavía no tenemos agencia espacial, está dentro de la órbita de la Fuerza Aérea.

¿Qué me podés decir de los satélites de Elon Musk, los de Starlink, que los vemos pasar todo el tiempo?

La gente cuando los ve se asusta. Dice ¿qué es esto? Es todo un tema. Viste que está todo el mundo tranquilo, por decir de alguna manera. Simplemente está acá y pasa y está. El hecho de que lo espacial siempre da cierto miedo. Pero cualquier daño o demás, existe una protección a través de los tratados. En el tratado el que se hace responsable es el Estado. Después verán cómo el Estado le cobrará al privado. Pero si hubiera un conflicto y un problema, el que va a tener que responder va a ser el Estado, de acuerdo a los tratados.

En el imaginario colectivo a veces está la sensación de que estos multimillonarios salen a la conquista del espacio y parecería que tienen un poder, que el día de mañana pueden hacer lo que quieran y uno queda indefenso.

Hoy por hoy el privado está teniendo un rol fundamental, pero siempre pertenece a algo, a alguien, y a algún Estado, y de dónde sale. Ese Estado es el que pone la acción.

¿Y qué fue de la posibilidad de tener nuestra Agencia Espacial?

Le presenté en su momento a Javier García tres proyectos. La primera era una agencia de carácter civil con el Ministerio de Defensa, la segunda era una transformación de centro espacial, la tercera era la agencia de derecho privado con una comisión espacial gubernamental estableciendo proyectos multidisciplinarios. Después tomaron algunos criterios y se presentó un proyecto que en su momento perdió estado parlamentario. Creo que hubiera sido bueno haber hecho la agencia espacial, porque una agencia lo que haría es centralizar.

¿Qué beneficios nos daría traer el hecho de tener una?

Uruguay, como digo yo, no puede ser el vagón de cola. También tiene que tenerla. Pero sería más que nada todo lo que tiene que ver con la innovación, con la perspectiva del desarrollo del ser humano, cómo plantearse todos los temas más que nada de investigación. La otra vez yo había planteado, me acuerdo, para cómo incentivar también a los niños, a los jóvenes, el hecho de cómo pueden ir en esas áreas. Uruguay perfectamente puede estar, no solo que estén en el espacio, sino preparar a un astronauta.

¿Podríamos tener un papel más preponderante en el espacio?

Uruguay puede tener un papel preponderante y además, porque no hay que olvidarse, del verdadero objetivo de todo lo espacial que es la utilización pacífica del espacio ultraterrestre. Hay que seguir pensando en investigación científica, con los temas que tienen que ver con la producción, con el clima, el desarrollo sustentable, tiene una injerencia muy importante en lo ambiental también, entonces hay mucho para hacer desde esos lugares.

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