HABLEMOS DE PRESERVACIÓN DE LA FERTILIDAD EN LA POBLACIÓN TRANSGÉNERO
Dr. Nicolás Demetrio Roldán, especialista en medicina reproductiva y Dra. Carlota Lucini, coordinadora del programa de preservación de fertilidad en Halitus Instituto Médico.
Gracias a los avances en la ciencia y en la medicina reproductiva, todas las personas pueden preservar su fertilidad y cumplir su deseo de ser madre o padre en el momento más adecuado de sus vidas.
En el caso de las personas transgénero, esta alternativa cobra mayor relevancia puesto que puede garantizar el derecho de concebir ya que los tratamientos médicos utilizados para la transición del sexo asignado al nacer hacia el género autopercibido, pueden afectar la fertilidad.
Ante esta posibilidad, es primordial que el equipo de salud que acompaña estos cambios dé a conocer en el momento indicado las consecuencias de estos procedimientos en la salud reproductiva y las opciones para preservar la fertilidad, entrelazando vínculos con profesionales especialistas en la materia.
Estudios recientes advierten sobre esta situación y dan cuenta de la importancia de proveer un cuidado individualizado para los deseos reproductivos de cada persona. Particularmente en las personas trans, quienes tuvieron este asesoramiento en la consulta médica, expresaron una experiencia positiva atravesando el proceso.
Efectos del tratamiento hormonal y quirúrgico sobre la fertilidad
Los tratamientos hormonales de reafirmación de género son utilizados para reducir las características secundarias del sexo biológico y desarrollar las del género de destino.
Para la terapia feminizante se utiliza estrógenos, antiandrógenos y agonistas de la GnRH; mientras que la terapia masculizante está conformada por testosterona y agonistas de la GnRH.
En ambos casos, las evidencias actuales indican un impacto negativo en la fertilidad futura, atento a que pueden afectar la producción de espermatozoides y la maduración ovocitaria –respectivamente-, además de causar alteraciones en el aspecto de los testículos y anomalías en los ovarios.
Aunque estos efectos parecen revertirse cuando se interrumpe la aplicación de los mismos, no hay certezas claras y definidas sobre los tiempos de regeneración de los procesos y las consecuencias de estas hormonas en tratamientos prolongados.
En tanto, las intervenciones quirúrgicas como la extirpación y modificación de los órganos sexuales tienen consecuencias severas en la capacidad productiva.
Técnicas de preservación de la fertilidad
-Criopreservación de ovocitos (vitrificación): es la técnica más utilizada y consiste en estimular los ovarios con hormonas para que se produzcan varios óvulos. Luego se aspiran y se congelan para su conservación.
-Criopreservación de semen: si no hay conflicto con la erección y la masturbación, es el procedimiento más sencillo. Se congelan más de una muestra y se guardan en varias alícuotas en forma de pastillas muy pequeñas.
– Criopreservación de tejido ovárico: mediante una cirugía muy poco invasiva o laparoscopia, se extraen porciones de la corteza ovárica, que contienen folículos inmaduros. Posteriormente, se lleva la muestra al laboratorio, donde se congela en forma lenta o por vitrificación y se guarda en nitrógeno sin límite de tiempo.
-Criopreservación de tejido testicular: se realiza una biopsia que extrae porciones útiles del testículo que luego se congelan por vitrificación en laboratorio.
Esta información es clave para decidir. Y los profesionales de la salud afrontan un rol central como garantes de ese saber para que las decisiones tomadas en el presente no tengan consecuencias irreversibles en el futuro. Solo así se podrá garantizar a las personas transgénero el derecho de decidir si desean concebir.
Transitar los cambios con esa posibilidad ayuda a mermar las situaciones de conflicto y desigualdad de las que muchas veces son víctimas.
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