La Fiesta Nacional del Mate celebra su 21° edición del viernes 28 al domingo 30 de noviembre en el departamento de San José

con una programación que abarca espectáculos musicales, concursos de tropillas, aparcerías, guasqueros y folclore.

Unidos por el mate

Campo y ciudad del Uruguay se unen en cada mate que se comparte, pero es la “Fiesta Nacional del Mate”, que se realiza desde hace 21 años en el departamento de San José, la cita anual alrededor de esta infusión con significado clave en la identidad uruguaya pero que también incluye a los brasileños del estado de Río Grande –no en vano se les llama “gaullos”- y a varias provincias argentinas. No es casualidad, por ejemplo, que una de las invitadas especiales de esta edición sea Soledad Pastorutti, que actuará el sábado 29 como ejemplo de una tradición que tanto nos representa. pero también nos excede La preceden ese mismo día un clásico del folclore uruguayo: el dúo Larbanois-Carrero. El viernes, por su parte, el encargado de cerrar la jornada será el cantante Lucas Hugo.

Los espectáculos musicales se complementan con actividades en el ruedo con la participación de 9 tropillas, concurso de aparcerías, encuentro nacional de guasqueros y el tradicional desfile de Caballería Gaucha por las calles de la ciudad de San José de Mayo, que incluye la colocación de una ofrenda floral al pie del monumento a José Artigas, en la Plaza Independencia.

La cita será en la Criolla Cap. Manuel Artigas (Ruta 3 Km. 94) y las entradas del viernes y sábado se pueden adquirir a través de la web fiestadelmate.entrada.uy, mientras que el domingo el ingreso será gratuito.

Tradición y energía

La yerba mate se obtiene a partir de las hojas del Ilex paraguariensis Saint Hill., que atraviesan distintos procesos de transformación —desde la recolección hasta el “sapecado” y la posterior molienda— que dan origen a diversas presentaciones destinadas a distintos mercados. Su consumo, ya sea como infusión caliente o fría, es una costumbre tradicional en gran parte de Sudamérica. En Uruguay el profundo vínculo cultural con el mate se evidencia en los altos niveles de consumo, con un promedio de 8,5 kilos de yerba por persona al año, según datos de ID Retail, que nos posicionan como el principal consumidor per cápita del mundo.

El mate tiene un fuerte contenido social, pero también nutricional: aportaría antioxidantes, vitaminas del grupo B y minerales como el potasio y el magnesio, fundamentales para el funcionamiento del organismo. Además, la yerba mate contiene polifenoles —compuestos que combaten el envejecimiento celular — que contribuyen a proteger las células del estrés oxidativo y fortalecen el sistema inmunológico.

“El mate puede integrarse perfectamente a un estilo de vida equilibrado, siempre que su consumo sea moderado y acompañado de hábitos saludables. Es un símbolo de unión y también una oportunidad para fomentar la hidratación, la conexión social y el bienestar integral”, afirma la nutricionista Clara Lucía Valderrama, integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife Nutrition. De hecho, uno de los productos que ofrece la empresa en Uruguay tiene a la yerba mate como materia prima: se trata de una mezcla en polvo que lo combina con guaraná y té orange pekoe. Entre otros beneficios, la infusión eleva la sensación de energía.

Claves para disfrutar un mate saludable

A la hora de preparar un mate, algunos cuidados simples pueden marcar la diferencia. La temperatura del agua es uno de los aspectos más importantes: se recomienda mantenerla entre 70 y 80 °C, ya que el exceso de calor puede dañar la mucosa bucal y reducir el contenido de antioxidantes de la yerba. También resulta fundamental elegir yerbas de buena calidad, preferentemente sin aditivos ni aromatizantes artificiales.

Aunque el mate puede formar parte de la hidratación diaria, se recomienda alternarlo con agua o infusiones sin cafeína para mantener un buen equilibrio de líquidos a lo largo del día.

Por último, resulta fundamental mantener una buena higiene del mate y la bombilla, lavándolos con agua caliente y secándolos bien tras cada uso, además de evitar compartirla en situaciones de enfermedad o en encuentros multitudinarios. Estos hábitos sencillos no solo mejoran la experiencia de consumo, sino que también ayudan a proteger la salud.