La era post pandemia ha aumentado enormemente la población permanente de Punta del Este, logrando que sea una ciudad más cosmopolita, atrayendo a personas y familias que desean vivir de otra forma. Así se generó la posibilidad de expandir las ofertas culturales, gastronómicas como así también ofrecer productos artesanales y diferentes que vienen de la mano con este fenómeno. Así llegaron creativos que trajeron con proyectos innovadores enriqueciendo a la comunidad.

De esta manera llegó Anna Goncalves, nacida en Uruguaiana, Brasil, a los 17 años para instalarse en Uruguay, país que siempre sintió que era su lugar en el mundo y con el que se siente muy identificada. Estudió Arquitectura en Salto y Montevideo, trabajo algunos años en ventas de insumos para la construcción.

En 2023 se trasladó a Punta del Este por trabajo y, una vez aquí, se volcó de lleno a su proyecto textil. Cabe destacar que en su familia siempre estuvo presente la pasión por la artesanía, las manualidades. Siempre recuerda el momento de reunirse en familia a hacer manualidades con su abuela. Comenzó haciendo carteras, trabajó en dos modelos pero el verdadero boom se dio cuando desarrolló la creación de sombreros fue un éxito.

Con un stand en la feria de los Artesanos en Punta del Este durante la temporada le sacaban los sombreros de las manos. Allí conoció a artesanos en cuero, metales, monedas, con los que trabaja en costumizar cada uno de los modelos en forma artesanal y personalizada. Trabaja con cuerdas de algodón que se usan en deporte, decoración y allí comienza su proceso creativo, tienen una estructura 100% algodón en un formato que si se moja o se dobla no se deshace, ya que la forma se le da con la costura, lo cual lo hace más práctico.

Estuvo recorriendo Uruguay en eventos como Patria Gaucha Tacuarembó, Mola fashion Week, Salto. Los diseños no es lo mismo que verlo solo en redes, el stand de la plaza de artesanos abre los fines de semana y sus sombreros están a la venta en locales que venden productos artesanales, encontrándose en la búsqueda de más lugares.

Siente que sus sombreros convergen con muchos estilos, teniendo un potencial de mercado, más allá del Este y el verano.

Su marca se llama Oni, en honor a su bisabuela que fue quien les enseñó a coser a todas las generaciones, creando ese círculo sin fin que se trasmite de generación en generación.

Las creaciones de Anna, las podemos encontrar en https://www.instagram.com/oni.atelier_/.

Su marca estará presente en la MOWEEK a desarrollarse en Montevideo del 3 al 5 de mayo próximos.

Un sombrero, siempre es no solo un objeto de utilidad, sino un accesorio elegante y casual al mismo tiempo.

Por Valeria Patron

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