Una forma de Literatura que une culturas y vivencias

Solange Suppa es argentina. Llegó a Punta del Este con su familia hace dos años y medio. Vinieron desde Chile donde vivieron muchos años hasta que la vida en ese país fué una etapa culminada. Eligieron Uruguay desde el corazón, ya que siempre fue un país muy cercano para todos. Sol pasaba sus veranos aquí desde pequeña como así también sus hijos se trasladaban a Punta del Este para recibir cada año nuevo y pasar los veranos.

El sueño de vivir aquí siempre estuvo, lo creían lejano. Pero el cierre de una etapa en Chile y no siendo una opción volver a Buenos Aires por múltiples circunstancias, pusieron en valor con la familia la cercanía cultural de Punta del Este, se instalaron, haciendo realidad antes de lo esperado ese sueño.

Durante la pandemia el trabajo de Sol comenzó a ser totalmente online lo que le dió la posibilidad de vivir en cualquier lugar del mundo. En Santiago de Chile, siendo su especialización la literatura, dictó y coordinó talleres de lectura, contando entre sus muchos méritos académicos con un Master en literatura infantil y juvenil.

Eso no siempre fue así. Estudiosa incansable, fue encontrando la forma de hacer de su pasión su medio de vida. Cuenta con varias carreras de grado, estudió Administración de Empresas en Buenos Aires, se recibió pero nunca ejerció. Por esos vaivenes de la vida comenzó a trabajar en una gran compañía especializándose en seguridad de sistemas.

Todo iba muy bien, pero sentía que ni su carrera de Administración de Empresas ni su trabajo en la gran compañía lograban desarrollar su verdadera vocación y sentido de vida. Así, con gran capacidad de retro inspección, llena de sueños y el maletín con títulos, llega el llamado de la vida a hacer lo que verdaderamente le apasiona: la literatura.

De nuevo se lanzó a estudiar, esta vez una especialización en Estética (rama de la filosofía que estudia el arte) y literatura. Se apasionó que estudio Estética, Filosofía en Chile e hizo un Master en literatura en Barcelona a distancia en una etapa de la vida que criaba a dos hijos, lo que implicó mucho esfuerzo impulsado por su amor al estudio.

De inmediato comenzó a trabajar para una Fundación que llevaba la literatura a niños hospitalizados, viendo lo que despertaba en ellos, cómo esperaban cada día ese momento, el afecto que expresaban ante su presencia. Además, en Chile trabajó en la única biblioteca especializada en literatura infantil y juvenil, donde se capacitaban mediadores de lectura, que son quienes están entre el niño y el libro.

Encontrando su espacio en este área, llegó a ser coordinadora académica en la Universidad de Zaragoza, España, en un Master de literatura infantil y juvenil, dedicándose a lo académico, siendo un puente entre el niño y el libro, dando siempre talleres de literatura a adultos que en pandemia debieron desarrollarse online.

No trabajaba directamente con niños, esporádicamente dió algún taller o iba a alguna escuela a leer. Su trabajo era con el adulto que esta con el niño, profesor, madre, padre, cualquier mediador, profesional o no. Esta tarea de formación de mediadores de lectura también la realizaba para la Organización Internacional del libro Juvenil en Chile (IBBY).

Hasta venirse a Uruguay estuvo a cargo de la coordinación de talleres de formación y charlas en IBBY Chile. Asimismo, evaluaba para el Gobierno de Chile las iniciativas de fomento lector, programa a cargo del Ministerio de Cultura que otorga becas, fondos concursables, evaluando las propuestas de forma de determinar a quiénes adjudicar esos fondos.

Ya en Uruguay continua trabajando con el Ministerio de Cultura de Chile, en forma online, en la evaluación de los fondos, continuó con los talleres online, y con la coordinación del Título de exoerto en LIJ latinoamericana y del caribe en el Master para la Universidad de Zaragoza, algunas de estas actividades las fue dejando por diversos motivos.

A través de una amiga que le gusta mucho leer conoció a Mercedes Mosca, a quien considera como uno de los ángeles de la guarda de la cultura de Punta del Este, que desarrolló Artelecto, donde se organizan distintas instancias de cultura, filosofía, literatura, arte. Al contarle lo que hacía, la invito a unirse y en agosto de 2022, en el ámbito de Artelecto, se desarrolló el primer ciclo de talleres literarios con una frecuencia quincenal, logrando que muchos se acercaran, se comprometieran con la propuesta y continuaran en los talleres subsiguientes de 2023 hasta la actualidad. Se formó un grupo fiel, que se sintió atraído porque se habla de todo, donde las lecturas indicadas son un disparador de muchos temas: desde historias de vida de los participantes hasta referencias a otros textos. Su formación en Estética y filosofía permite darle al taller un enfoque distinto, no tan centrado en el análisis literario, sino ir al tema desde un punto de vista filosófico, artístico.

Entiende que el fenómeno se debe a que no hay muchos espacios en donde se pueda hablar de determinados temas de verdad, se genera ese espacio que es muy lindo, donde el libro termina muchas veces siendo una excusa para conversaciones más amplias.

Su gran ambición es hacer más masivo el libro, abierto a todos. Siente que a veces la palabra literatura pone una barrera. Entre sus sueños personales está tener una librería o algún espacio donde el libro este presente, se puedan dar talleres, no solo de libros, sino mezclado con el arte. Un espacio donde puedan circular todos esos intereses que tiene, de una forma diferente a los ámbitos ya existentes.

Con la llegada de personas como Sol, es que nuestra comunidad se ve enriquecida. Surgen espacios, momentos de encuentro y acceso a participar de actividades no solo de una alta calidad académica, sino donde se respira comprensión, amor y paz. Solange es una mujer pequeña que habla muy despacio y bajito, cuando uno la conoce es una mujer inmensa con una voz muy potente, siendo un orgullo contar con ella en nuestra comunidad.

Valeria Patron